¿Qué es una conducta disruptiva?

La conducta disruptiva puede ser un desafío tanto para quienes la experimentan como para quienes la rodean, pero ¿de qué se trata?

¿Se trata de actos de rebeldía o desobediencia? Aquí veremos qué es exactamente una conducta disruptiva y cómo abordarla de manera efectiva. Superar este tipo de comportamiento requiere comprensión y enfoque, y estamos aquí para guiarte en el proceso.

Comprendiendo la conducta disruptiva

Se refiere a comportamientos que interrumpen el funcionamiento normal y la armonía en situaciones cotidianas. Para entenderla mejor, es esencial explorar sus causas y lo que sucede en la mente de quienes la presentan.

Las acciones que califican como conducta disruptiva pueden ser de tipo verbal, física o emocional, y generalmente causan problemas en el hogar, la escuela o el trabajo.

conducta disruptiva

Algunos ejemplos de este tipo de conducta:

  • Comportamiento verbal: gritar, insultar, amenazar, interrumpir, etc.
  • Comportamiento físico: agresividad, vandalismo, robo, etc.
  • Comportamiento emocional: agitación, ansiedad, depresión, etc.

Diferencias entre conducta disruptiva y desobediencia

La conducta disruptiva y la desobediencia son dos tipos de comportamiento que pueden confundirse. Sin embargo, existen algunas diferencias clave entre ambos:

  • La conducta disruptiva es un comportamiento que interrumpe o interfiere con el funcionamiento normal de una persona o grupo. La desobediencia es un comportamiento que no cumple con las instrucciones o las reglas.
  • La conducta disruptiva puede ser verbal, física o emocional. La desobediencia suele ser un comportamiento físico.
  • La conducta disruptiva puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo factores biológicos, ambientales y de aprendizaje. La desobediencia suele ser causada por un niño que quiere llamar la atención o que no quiere seguir las reglas.

Es decir, que mientras que la desobediencia es una violación a una normativa, regla o instrucción específica, bien sea de manera deliberada o no, la conducta disruptiva implica un estado de rebeldía permanente al sistema, un enfrentamiento a las normas de convivencia.

Para una persona con conducta disruptiva, una regla es un obstáculo que choca con su percepción de su libertad personal y que debe ser enfrentado.

Incluso, una persona desobediente sabe que está actuando de manera incorrecta o que está violando la norma, en cambio, una persona con conducta disruptiva no distingue la línea entre el orden y el caos, y actúa según sus propias reglas o visión de la vida.

Causas de la conducta disruptiva

La conducta disruptiva puede tener múltiples causas, que van desde factores genéticos y neurológicos hasta experiencias traumáticas en la infancia. Cada individuo es único, y las razones detrás de su comportamiento pueden variar significativamente.

Algunas posibles causas de la conducta disruptiva incluyen:

  • Factores biológicos: trastornos del desarrollo, problemas de salud mental…
  • Factores ambientales: abuso, negligencia, estrés…
  • Factores de aprendizaje: falta de habilidades sociales, problemas de atención, etcétera.

Fenómenos mentales asociados a la conducta disruptiva

Algunos fenómenos mentales se asocian con la conducta disruptiva, como:

  • Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH): el TDAH es un trastorno del desarrollo que afecta la capacidad de una persona para prestar atención, controlar sus impulsos y permanecer tranquilo.
  • Trastorno del espectro autista (TEA): el TEA es un trastorno del desarrollo que afecta la comunicación y la interacción social.
  • Trastorno de conducta desafiante oposicionista (TDO): el TDO es un trastorno de la infancia que se caracteriza por un patrón persistente de comportamiento desafiante, hostil y desobediente.

Ejemplos de conductas disruptivas

Para comprender mejor la conducta disruptiva, aquí te presentamos cinco ejemplos de situaciones que involucran a personas de diferentes edades:

  • Niño en la escuela: interrumpir constantemente la clase y negarse a seguir las instrucciones del maestro.
  • Adulto en el trabajo: discutir de manera agresiva con colegas en reuniones de equipo.
  • Adolescente en casa: ignorar las normas familiares y tener explosiones emocionales frecuentes.
  • Adulto mayor en una residencia: actuar de manera agresiva hacia el personal de atención.
  • Joven en un entorno social: comportarse de manera inapropiada en reuniones sociales, como interrumpir conversaciones o burlarse de otros.

Abordaje de la conducta disruptiva

Abordar a alguien con conducta disruptiva puede ser un desafío, pero es fundamental para promover un cambio positivo en su comportamiento. ¿Cómo abordar a una persona con conducta disruptiva?

Mantener la calma

Es importante que la persona que aborda a la persona con conducta disruptiva mantenga la calma.

Hablar con la persona de manera respetuosa

Es importante que la persona que aborda a la persona le hable de manera respetuosa y sosegada.

Escucha comprensiva

Comienza por escuchar sus preocupaciones y sentimientos, mostrando empatía.

Comunicación efectiva

Utiliza un lenguaje claro y no confrontativo para expresar tus inquietudes.

Abordar a una persona con conducta disruptiva de manera incorrecta puede empeorar el problema. Algunas formas incorrectas de abordar a una persona con conducta disruptiva incluyen:

  • Gritarle o insultarla: esto solo hará que la persona se sienta más enfadada y frustrada.
  • Castigarla de manera física o emocional: esto solo le enseñará a la persona que la violencia es una forma aceptable de resolver los conflictos.
  • Ignorarla: esto solo le mostrará a la persona que su comportamiento no tiene consecuencias.

Recomendaciones para afrontar la conducta disruptiva

Para las personas que luchan con la conducta disruptiva, es crucial aprender a controlar su temperamento, respetar los límites y desarrollar habilidades sociales.

Control del temperamento

Aprender estrategias de relajación como la respiración profunda, puede ayudar a manejar la ira y la frustración.

Desarrollo de habilidades sociales

Participar en programas de entrenamiento en habilidades sociales o hacer una formación de intervención estratégica puede mejorar la capacidad de interactuar de manera positiva con los demás.

Un llamado a la comprensión y la empatía

En última instancia, recordemos que la conducta disruptiva no define a una persona por completo. Con la comprensión adecuada y el apoyo necesario, podemos ayudar a quienes luchan con este tipo de comportamiento a encontrar un camino hacia una vida más equilibrada.