La calidad y la eficiencia en la salud
La salud es uno de los componentes básicos para nuestro desarrollo y crecimiento. Se trata de una base fundamental que puede condicionar nuestro bienestar e incluso nuestra existencia.
Poner en práctica unos buenos hábitos y establecer unas bases sanas y enérgicas en nuestra vida potenciará de forma desorbitada nuestro bienestar –aunque también es cierto que al practicar una buena vida nos hagamos inmunes ante ciertas dolencias o patologías-.
Debemos poner de nuestra parte, no solo con buenas prácticas sino mediante el positivismo. Por otra parte, nuestro positivismo y nuestra predisposición requieren que haya una parte de upara poder equilibrar esta balanza. Para estar bien de salud y que nos traten de la manera más profesional posible necesitamos un centro médico de calidad.
A día de hoy, estamos presenciando un desajuste abismal en el sistema sanitario público. Ante esta situación la demanda de servicios sanitarios privados ha crecido de forma descomunal en busca de verdaderos profesionales y de sistemas sanitarios que garanticen una fiabilidad y confianza.
Una de las entidades más valoradas en el sector sanitario es el centro médico maestranza. Este centro posee distintos profesionales de distintas áreas sanitarias con tal de poder abastecer todo tipo de necesidades de la salud. La organización y la metodología de trabajo configuran un excelente modelo alabado por los pacientes y usuarios.
La sanidad pública está pendiendo de un hilo, tirando como puede para poder asumir un rol que le llega grande. La culpa de toda esta situación no es del sistema sanitario sino de las políticas establecidas por nuestro gobierno que han realizado tijeretazos de forma desmesurada e ilógica que impide un control y una regulación sanitaria que favorezca a pacientes o a profesionales.
La asistencia médica constituye un medio fundamental para el desarrollo de cualquier sociedad. La salud es el motor que permite nuestro funcionamiento, nuestra vida. Por ello, son muchos los que deciden buscar centros y entidades sanitarias del sector privado al ver que en el público carecen de recursos e instrumentos para poder hacerse cargo de toda la sociedad.
Es una situación bastante triste que se deriva de la crisis y que está alcanzando unos récords abominables. El continuo desacierto de nuestros políticos está causando un descontento bastante mayoritario nunca visto en toda la democracia. Estamos ante una situación totalmente insostenible que no debería permitirse en el sistema sanitario público.
La disciplina sanitaria de cualquier sociedad requiere unas bases. Si se cambian los roles sanitarios públicos de forma negativa dejando sin recursos a todos los profesionales que se encargan de velar por nuestra salud empobreceremos el bienestar del colectivo al verse totalmente desabastecidos para poder abarcar todas las necesidades de una sociedad. Este hecho está generando un desplazamiento bastante notable en dirección a la sanidad privada puesto que ésta se ha visto reforzada por la situación y las nuevas tecnologías al servicio de la salud en contraste juego, se trata con el sistema público.
La salud no es un juego y, por ello, debemos ser conscientes de la situación actual y acudir a centros que nos den confianza y nos garanticen un diagnóstico y un tratamiento fiables para poder seguir adelante.