Comercio electrónico durante la época del coronavirus: Acciones para una entrega segura

Uno de los cambios más notables causados por la pasada crisis sanitaria hizo referencia a la manera de hacer negocios, dado que esta situación, unida al distanciamiento social, hizo que los comercios se viesen en la obligación de aumentar soluciones creativas y nuevos medios que les ayudasen a seguir funcionando.

Al igual que sucedió en Italia tiempo atrás con sus servicios de spedizioni per ecommerce, en España, tanto pequeños como medianos comercios que se adentraron al mundo de la digitalización, fue necesario que tomasen en cuenta ciertos consejos para lograr una entrega segura de los productos en manos de los clientes, y es precisamente en esas recomendaciones que se centra este artículo.

Recomendaciones básicas para lograr entregas seguras durante la época de Covid-19

Aparte de las medidas de seguridad establecidas por las autoridades a nivel global, debido al coronavirus, los comercios electrónicos se vieron en la necesidad de adoptar otras prácticas básicas para intentar garantizar la seguridad tanto de sus trabajadores como de sus clientes.

repartidor entregando un paquete

En este sentido, algunos consejos que se tuvieron en cuenta para garantizar una entrega segura, fueron los siguientes:

  • Implementar planes de desinfección constante en aquellas zonas que sean de uso común para los repartidores.
  • Desinfectar cada día las herramientas de uso habitual, por ejemplo, carritos, montacargas, llaves, e incluso también el interior del vehículo de entregas, etc.
  • Reducir tanto como sea posible el contacto con portones, picaportes, rejas, y/o barandillas que no resulten esenciales a la hora de realizar la entrega.
  • Llevar a cabo las entregas con el mínimo contacto posible con los consumidores.
  • Utilizar una mascarilla en todo momento.
  • Asegurarse de mantener las distancias de seguridad mínimas establecidas por las autoridades a la hora de hacer las entregas, es decir, no menos de metro y medio.
  • Desinfectar todos los elementos usados al momento del reparto.
  • Utilizar gel antibacterial no solo antes, sino también después de hacer cada entrega.

Estas fueron algunas de las recomendaciones o medidas básicas que tuvieron que seguir en su día los trabajadores de las empresas distribuidoras a la hora de llevar a cabo sus entregas.

Sin embargo, para garantizar que los repartos pudiesen ser lo más seguros posible, los consumidores tenían la oportunidad no sólo de hacer sus pedidos de forma remota, sino también de pagar vía online.

En aquellas ocasiones donde fuera preciso firmar algún documento, era aconsejable que los consumidores lo hiciesen empleando un bolígrafo propio y en caso de tener que hacerlo en algún soporte digital, lo ideal era hacerlo con rapidez, evitando tocarse la cara antes de desinfectar sus manos.

Asimismo, los repartidores tenían que desinfectar los elementos que entrasen en contacto con el consumidor.

Otras medidas de bioseguridad aconsejadas para repartos seguros

repartidor con mascarilla

Las empresas dedicadas al reparto de mercancía tenían que asegurarse de estar preparadas para utilizar los mejores protocolos de bioseguridad, fomentando las medidas de limpieza, higiene y desinfección entre sus trabajadores, para garantizar que sus actividades pudiesen desarrollarse de la mejor manera segura, reduciendo tanto como sea posible el riesgo de contagio.

Por eso, también era recomendable tener en cuenta las siguientes medidas:

Permanecer en casa al estar enfermo

  • Cualquier repartidor que experimentase alguno de los síntomas asociados al Covid-19, tenía que asegurarse de acudir a un hospital para descartar el contagio, o recibir la atención necesaria.
  • Asimismo, debía informar a su jefe y asegurarse de no volver a su trabajo hasta haber cumplido por completo el protocolo para suspender el aislamiento, con la indicación de un especialista médico.

Limitar el contacto

En la medida de lo posible, convenía llevar a cabo las entregas sin ningún tipo de contacto. En este sentido, los repartidores tenían que asegurarse de dejar la entrega frente a la puerta de los consumidores, y retroceder para confirmar la recepción del paquete.

De igual modo, lo ideal era que cada una de las interacciones necesarias se realicen de manera electrónica en caso de ser posible, de modo que el contacto fuera menor al momento de la entrega.

También debían asegurarse de reducir tanto como se podía el contacto directo con aquellas superficies que solían tocarse continuamente al hacer las entregas, por ejemplo, los timbres, y/o los pomos de las puertas.

Para esto era recomendable, si se podía, el utilizar el pie, codo, hombro, antebrazo o cadera, y no las manos para abrir alguna puerta.

En caso de utilizar guantes de trabajo los cuales es posible lavar en máquina, los repartidores tenían que cerciorarse de no tocar su cara mientras los llevaban.

Asimismo, debían retirárselos y lavar bien sus manos durante su tiempo para comer, y al terminar el trabajo, tenían que quitarse los guantes y guardarlos (para después poder lavarlos a máxima temperatura y asegurándose de secarlos totalmente, igual que su uniforme o ropa de trabajo), antes de lavarse las manos.

Limpiar y desinfectar

Cuando alguna superficie de uso común se encontraba claramente sucia, la misma tenía que limpiarse primero con agua y detergente, o jabón, para poder desinfectarla.

Además, los repartidores debían contar con toallitas de limpieza desechables, y también una bolsa de basura dentro del vehículo de entregas para desecharlas cuando fuera necesario.

En este sentido, tenían que usarlas para limpiar y desinfectar las superficies con las que se tenía contacto continuamente en el vehículo (sobre todo si dos repartidores viajaban juntos), tanto al comenzar como al terminar su turno, por ejemplo, el volante, las puertas, la palanca de cambio, y las palancas de señalización, etc.