Qué esperar en tu primera sesión de terapia
Iniciar un proceso terapéutico puede generar una mezcla de emociones: desde la ansiedad hasta la esperanza. Si has decidido comenzar terapia, es probable que tengas muchas preguntas sobre qué esperar durante tu primera sesión. A continuación, te proporcionamos una guía detallada para que puedas comprender mejor cómo se desarrollará esta experiencia y cómo puedes prepararte para ella.
El inicio: Llegando a la consulta
La primera sesión de terapia generalmente comienza con la llegada al consultorio o, si es terapia virtual, con el inicio de la videollamada. Aunque este primer momento puede resultar incómodo, es importante recordar que es completamente normal sentirse así. El terapeuta está entrenado para hacerte sentir cómodo y para que el espacio sea seguro y acogedor desde el inicio.
Al entrar a la consulta, el terapeuta te recibirá de manera cordial, mostrándote que está allí para escucharte sin juicio. Esto es clave en el proceso terapéutico, ya que la confianza mutua es fundamental para que puedas abrirte y trabajar en lo que te trae a la terapia.
El objetivo de la primera sesión
En esta primera cita, el principal objetivo es conocerte y entender tus motivos para buscar terapia. El terapeuta te hará preguntas para conocerte mejor: ¿Por qué decidiste empezar terapia ahora? ¿Cuáles son tus principales preocupaciones o dificultades? Es probable que te pidan detalles sobre tu historia personal, tus relaciones y cualquier evento significativo en tu vida que pueda estar afectando tu bienestar actual.
Este proceso no tiene como objetivo realizar un diagnóstico inmediato ni resolver todos tus problemas de una vez. El terapeuta está ahí para escuchar, evaluar la situación y, de ser necesario, guiarte hacia un enfoque terapéutico adecuado para ti.
El establecimiento de metas
Una parte fundamental de la primera sesión es la creación de metas a largo plazo para el proceso terapéutico. Durante esta parte de la sesión, el terapeuta te invitará a reflexionar sobre qué esperas lograr en la terapia. Estas metas pueden ser tan específicas o generales como desees: desde aprender a manejar la ansiedad hasta mejorar las relaciones personales o superar un trauma.
Establecer estas metas te ayudará a comprender mejor el propósito de las sesiones futuras y permitirá tanto a ti como al terapeuta medir el progreso durante el tiempo. También es posible que el terapeuta te haga preguntas relacionadas con tus expectativas, para asegurarse de que ambas partes estén alineadas.
Exploración de tu historia
El terapeuta te pedirá que hables sobre aspectos clave de tu vida, como tu infancia, relaciones familiares o eventos traumáticos. Aunque puede ser emocionalmente intensa, tienes el control del ritmo y no es necesario compartir todos los detalles de inmediato.
El objetivo es entender los contextos que han influido en tu forma de pensar, sentir y actuar, lo que ayudará al terapeuta a establecer estrategias de afrontamiento o enfoques terapéuticos adecuados.
Explicación sobre la confidencialidad
La confidencialidad es un aspecto clave en la relación terapéutica. El terapeuta te explicará que todo lo hablado en la terapia será confidencial, excepto en casos de riesgo de daño para ti o para otros. Esto te dará tranquilidad y seguridad para confiar en el proceso, sabiendo que lo que compartas no será revelado sin tu consentimiento.
Evaluación inicial y posibles recomendaciones
Después de conocer tu historia, el terapeuta realizará una evaluación de tu situación y te podrá hacer recomendaciones sobre el enfoque terapéutico más adecuado, como terapia cognitivo-conductual o psicodinámica. También podría sugerir sesiones regulares o asignarte tareas para avanzar entre sesiones, dependiendo de la dirección que ambos acuerden tomar.
El cierre de la sesión
A medida que la sesión se acerca a su fin, el terapeuta te preguntará cómo te has sentido durante la cita. Este espacio es importante para que puedas expresar cualquier emoción o inquietud que haya surgido. El terapeuta también podría ofrecerte algunas recomendaciones para tu vida diaria y hablar sobre el siguiente paso en el proceso terapéutico.
Si te has sentido cómodo, es probable que el terapeuta te invite a agendar la siguiente sesión. Algunas personas prefieren un espacio entre las sesiones para procesar lo hablado, mientras que otras prefieren tener citas más frecuentes. La decisión depende de ti y de lo que sientas que necesitas en ese momento.
Tu primera sesión de terapia es solo el comienzo de un proceso personal y único. Aunque puede sentirse abrumadora en algunos momentos, también es una oportunidad para empezar a sanar y explorar diferentes aspectos de tu vida. El terapeuta estará allí para guiarte y apoyarte a medida que avanzas en el proceso.
Recuerda que la terapia es un viaje, y cada paso que des, incluso el primer paso, te acercará a una comprensión más profunda de ti mismo y a las herramientas que necesitas para mejorar tu bienestar emocional. No te sientas presionado por tener todas las respuestas de inmediato; lo importante es que has dado el primer paso hacia el cuidado de tu salud mental.